Hace más de 10 años comencé a difundir en diferentes blogs, podcasts y otros medios de Internet la filosofía y estilo de vida CARPE DIEM, y ahora me tomo un momento para escribir algunas reflexiones, hoy que vivimos en un mundo en el que las redes sociales modifican nuestro estado de ánimo cada minuto pues vale la pena detenerse un poco y reconocer si nos sentimos bien al término de este 2018.
En 2006 escribí una carta para las personas que llegan a nuestra vida por un momento, por una temporada o para toda la vida, cada una de esas personas nos provocan experiencias inolvidables y creo que no debemos perder el contacto con ellas. Una frase, una plática de café, una sonrisa que alguien te haya dado y que recuerdes, es un momento que no debe perderse en el limbo de la mala memoria.
Los invito a que recuerden a una persona que los hizo felices o mejores en alguna etapa de su vida y que tengan más de un año sin saber de ella. No importa si las cosas terminaron mal, escríbanle unas pequeñas líneas que le refresquen lo importante que fue para ustedes en ese momento, deséenle lo mejor y no esperen respuesta buena o mala, si llega, estará bien, y si no, no importa, ustedes entonces pensarán qué hacer.
Aquella persona a la que vimos en una sola ocasión durante el año pero que nos hizo reír o secó nuestras lágrimas, la que escuchó aunque no sabía de que hablábamos, con la que gritamos un gol o fuimos a ver una película épica, se trata de esas personas que sólo compartieron un gran momento inolvidable de nuestras vidas y no volvimos a ver.
Vienen a mi mente tardes de café o de videojuegos con grandes amistades, ahora ya es muy difícil organizar un momento así porque debemos atender diferentes responsabilidades, pero no es la actividad la que se extraña, es esa plática mediante la cual compartimos pensamientos y emociones, ese momento en el que juntos conquistábamos un mundo o completábamos una misión secreta. A esas personas con las que no sólo compartiste una temporada de escuela, trabajo o equipo, en este fin de año sería genial que les enviáramos una carta, les hiciéramos una invitación a comer o les hiciéramos una simple llamada telefónica para recordar esos tiempos de gloria.
Somos los libros que leemos, las cafés que compartimos y parte de las personas con las que conversamos; las personas que nos acompañarán el resto de nuestras vidas son aquéllas con las que nunca perdemos contacto, aunque a veces pasen semanas sin que tengamos noticias, son a las que vamos a visitar de norte a sur y de este a oeste, con las que compartimos no sólo nuestros pensamientos, también nuestra vida, nuestro día a día.
La finalidad de este blog es invitar a una reflexión acerca de que a pesar de los malos momentos que podemos estar pasando, sentirnos en soledad, enojados con las personas o con la vida misma, es tiempo de parar eso, madurar y seguir adelante, pues hay personas que estarán siempre, porque no importa qué tanta sea la distancia o el tiempo separados, simplemente están y estarán hasta que la muerte llegue, éstas son las personas que más debes valorar, pues son las que están en tu corazón y no únicamente en tu memoria.
Los momentos más valiosos son los que se comparten con quien más amamos, aquéllos que conservamos en nuestro día a día, corazón y memoria, si hay alguna fecha en el año para hacérselos saber pues diría que es HOY (cualquier día) pero usemos como excusa el fin de año, por si olvidamos decirlo en días anteriores, y creemos un nuevo momento.
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