EL RETO CARPE DIEM
Soy usuario de Facebook desde hace diez años y de Twitter desde hace nueve, he visto crecer y cambiar ambas plataformas de redes sociales, vi morir MySpace y Hi5, soy usuario de LinkedIn, Tumblr, Google+, Instagram, entre muchas otras redes sociales especializadas en alguna actividad como correr, andar en bicicleta, fotografía, intercambio de opiniones en blogs y más.
La respuesta a la pregunta en el título del blog es NO, no se acaba el furor, siempre aparece algo nuevo en ellas, y la propia genética humana no permitirá que termine ese gusto por las redes. Al igual que Yuval Noha Harari, considero que el chismorreo es parte de la vida cotidiana y la evolución de la especie humana, para eso sirven las redes sociales, por eso pasamos gran parte del día revisando cuántos «likes» tenemos y cuántos han comentado nuestra foto.
Sin embargo también me parece que estamos aprendiendo a usar estas redes en cuanto a la protección de nuestros datos personales, ya no veo publicaciones cada 5 minutos en las que se actualizaba el estado de un usuario, lo que podía poner en peligro su seguridad; tampoco veo tantas fotos indiscretas como hace algunos años, claro está que esto es una respuesta a todo el bulliyng cibernético, al trolleo, a la evidencia de actos de los cuales nos solemos arrepentir en un futuro.
Muchos blogers, escritores y filósofos han clasificado a las personas, sus actitudes o conductas sociales, Rousseau y Hobbes lo hicieron, también los Covey, entre muchos otros, me refiero a una clasificación en la que se señala que existen personas buenas, malas, manipuladoras, manipuladas, ovejas, lobos y pastores, carpas, tiburones y delfines; hay muchas de estas clasificaciones metafóricas. En las redes sociales también se pueden percibir estos fenómenos de usuarios que publican, otros que replican, unos que sólo comparten sin opinar, están aquellos que escriben para dañar a otras personas y otros que lo hacen sólo por vanidad, venganza o enojo, también hay quien publica para ayudar, para enseñar y aprender, para hacer reír o reflexionar. Creo que es importante que identifiquemos qué tipo de usuarios somos y a qué tipo de usuarios seguimos.
Hay muchas personas que creen que si una noticia está en redes es verdad. Las redes se han vuelto los centros de chismorreo más utilizados, famosos y conglomerantes del siglo XXI, pero la responsabilidad de su uso es nuestra.
Para el ser humano es fácil crear un chisme, nos llama la atención, lo convertimos en un arma de ataque y defensa, es posible que hasta nos interese más que alguna noticia o artículo que en verdad sea productivo para nuestra vida, pero con felicidad veo como cada día el círculo de personas cercanas con el que convivo usa menos estas redes para criticar y destruir, y en cambio escriben para proponer y construir mecanismos de ayuda.
Está bien que compartamos mensajes positivos en las redes, pero creo que sería en verdad genial que en lugar de compartir ese vídeo que nos animó, o esa foto que nos sacó una sonrisa, seamos nosotros los que con imaginación, aprendizaje y creatividad hagamos esos vídeos y fotos, que seamos nosotros los que escribamos esa frase motivadora y no sólo compartamos las del poeta que vivió hace más de 100 años.
El reto carpe diem del mes, consiste en:
- Identificar qué es lo que comparto y comparten en redes sociales las personas que seguimos (tipo de publicaciones, fotos, mensajes y vídeos, si estos son para reír, criticar, proponer, etc.)
- Identificar qué tanto de lo que compartimos es material de nuestra autoría y la temática principal de nuestras publicaciones.
- Hacer una publicación de la que te sientas orgulloso, de esas que pueden dar la vuelta al mundo y sacar lo mejor de una persona, no se trata de compartir algo que nos gustó, se tratar de crear el mensaje, la imagen, de compartir el pensamiento que nos ayudó a tener un mejor día, la reflexión de un día complicado que no quisiéramos que viviera otra persona.
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